¡Que ladilla..no quiero empezar clases!

¡Que ladilla! Mañana de nuevo comienzan las clases. Después de un mes de vacaciones ya me había acostumbrado nuevamente a lo bien que se siente despertarse a las 10 AM, chatear hasta bien entrada la madrugada, salir a vaguear por allí, ir al cine un miércoles, no hacer nada, escuchar música por horas, y todas esas cosas que se pueden hacer en ese periodo de gloria que se llama vacaciones.

He de confesar que este primer semestre me dejó agotado, y aunque me fue bien (pase todas...no importa con cuanto, las pasé y punto) tuve que echarle un camión de bolas para hacerlo. Aunque suene contradictorio que lo diga yo, entrar a la universidad no es fácil...y menos si te queda a 45 min en metro. Es una vida totalmente diferente, y aun cuando te dan bastante libertades, a veces comienzas a extrañar esas cosas que creías que coartaban tu libertad, como que tu mamá te llevara y buscara del colegio, usar uniforme (no saben lo que sufro buscando que ponerme), almorzar en casa (después de las 2 primeras semanas la comida de la feria te cansa, y comer en el cafetín nunca es una buena opción), o tener al mismo profesor de siempre que ya te conocía y sabía como eras. Apartando eso creo que lo más me disgusta de la universidad es tener que levantarme a las 5 AM -sobretodo yo que por extrañas razones jamás puedo dormirme antes de las 12-, créanme, lo que maldigo desde que suena la alarma del celular hasta que me lavo la cara y se me quita el sueño, no es normal.

Claro que no todo es malo, y la universidad tiene bastantes cosas buenas, solo que ahora comparada con las vacaciones de verdad que me cuesta encontrárselas, pero de seguro en unas 3 semanas cuando me acostumbre nuevamente al trajín de todos los días las veré. Sin embargo hoy a las 8 de la noche cuando vivo las últimas horas de vacaciones y tengo en frente un semestre con 5 materias y 2 laboratorios, no puedo sino gritar...¡QUE LADILLA...NO QUIERO EMPEZAR CLASES!